domingo, 25 de enero de 2015

Impostergable refundar la república

Publicado en Revolución Tres Punto Cero el 25 de Enero por Guillermo Fabela Quiñones
Impostergable refundar la república


Es impostergable refundar la República, tal como lo demandó el obispo de Saltillo, Raúl Vera López, al participar en el diálogo Militarización y Criminalización de la Protesta Social. Así lo demuestran las circunstanciaspor las que atraviesa el país, de una polarización brutal que de seguirse agravando desembocaría en una violencia incontrolable y en la consiguiente instauración de un régimen dictatorial. Las evidencias demuestran que estamos a un paso de ese despropósito absurdo, que de presentarse nos colocaría en la posición ideal para que los intereses trasnacionales que manejan la economía del país, exijan el endurecimiento del aparato represivo y la adopción de medidas que les garanticen mantener sus altas tasas de ganancias.
El camino para dicha “refundación” es la organización desde abajo, tal como lo están logrando los pueblos más humillados y ofendidos de Oaxaca, Michoacán, Guerrero y otros estados, bajo liderazgos sociales autónomos de los partidos y agencias oficiales, con claridad del rumbo a seguir y con candados muy firmes para evitar filtraciones y provocaciones. Sin embargo, es indispensable una aglutinación nacional de los movimientos de protesta, para lo cual es necesario contar con instrumentos idóneos. Este podría ser un nuevo constituyente emanado de los ciudadanos, como lo propone el obispo de Saltillo. Convocó a una reunión preparatoria para el día 5 de febrero en la ciudad de México.
Es razonable y viable tal proyecto, pero es preciso llevarlo a la práctica cuanto antes, porque ya no habrá tiempo en caso de que las condiciones sociales, económicas y políticas del país sigan el proceso de terrible descomposición que está siguiendo, toda vez que la tecnocracia al servicio de intereses trasnacionales está abocada únicamente a la consumación de su proyecto particular: enriquecerse lo más posible en el menor tiempo, sabedores sus integrantes de que no hay posibilidades de que puedan impulsar un gobierno democrático: no tienen voluntad de trabajar en esa dirección ni podrían emprender verdaderas reformas en favor de la democratización de la vida nacional.
Por eso los miembros de la alta burocracia actúan con absoluta desfachatez, como si el país estuviera en el mejor de sus momentos. ¿Para qué se preocupan o tratan de enderezar el “barco” si tienen plena seguridad de que su hundimiento es inevitable? Los miembros de la élite oligárquica están en las mismas condiciones, como lo vemos en las páginas de sociales de los diarios: se les mira muy risueños, satisfechos de la vida, seguros de sí mismos, como cuando en el Porfiriato la élite se pavoneaba en los fastuosos saraos del grupo liderado por el dictador. A este respecto, son de llamar la atención las fotografías presentadas por “La Jornada” que muestran a un risueño Raúl Salinas de Gortari, saliendo de un carísimo automóvil BMWi8, cuyo valor actual es de 2 millones 158 mil 767 pesos.
Es impostergable refundar la República para evitar que se hunda en una ola de violencia incontrolable, lo que parecen querer provocar, si no intencionalmente, si al menos por omisión, los integrantes de la cúpula en el poder, al fin que ellos suponen que no serían arrastrados por esa gigantesca ola, porque ya tomaron las debidas providencias. Sin embargo, las cosas no serían tan simples por la complejidad e interrelación de circunstancias en la vida del país, en una de las etapas más difíciles que estamos atravesando los mexicanos.

​No quedará otra opción que aglutinarse todas las fuerzas sociales y políticas de carácter progresista, sin sectarismos ni mezquindades, para formar un gran frente amplio nacional que sirva de poderoso dique de contención a las amenazas de criminalización de las protestas sociales, cuyo paso siguiente sería el reforzamiento de la militarización del territorio nacional para dar cauce a las tentaciones autoritarias del régimen. Aún es el momento oportuno de “hacer una revolución pacífica”, como señaló el sacerdote Alejandro Solalinde. Esto sólo podrá lograrse en la medida que surjan líderes sociales con visión táctica y estratégica, quienes den cauce al descontento social de manera organizada, sin ligas con los partidos tradicionales.

Los próximos comicios deben ser la piedra angular del nuevo modelo de organización política que reclama la sociedad mayoritaria. Será fundamental estar muy vigilantes de que no haya sombras de fraude, de invalidación de casillas, de las trampas tradicionales del grupo reaccionario en el poder.

Columna extraída de Revolución Tres Punto Cero

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