domingo, 4 de enero de 2015

Parte 2. Ayotzinapa ¡Nunca Más!


3. Un paradigma incluyente, democrático, de cuidado de la naturaleza, basado en la vigencia de los derechos humanos.

Por otro lado, desde sectores de la sociedad civil, desde lo local y lo territorial, se buscan articulaciones con otras organizaciones ciudadanas y movimientos sociales, y a menudo, de manera un tanto fragmentada, se lucha por otro paradigma social, económico, político y cultural, otro futuro posible de mayor inclusión, de mejor distribución de la riqueza, de trabajo, de participación de las y los jóvenes, de alternativas sustentables al desarrollo, de tomar en cuenta seriamente la voz ciudadana, que en los últimos años se ha venido expresando de diversas formas, algunos de cuyos rasgos destacamos:

  • El Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de San Salvador Atenco, que desde hace doce años lucha por el derecho a la tierra y a sus territorios frente al proyecto de nuevo aeropuerto; la Alianza Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), en contra de una dictadura política estatal y por los derechos de pueblos originarios, maestros, estudiantes, mujeres y niños y por el derecho a la información en todo el estado de Oaxaca; el Consejo “Tiyat Tlali” (en defensa de nuestro territorio) en la Sierra Norte de Puebla, que lucha contra los “proyectos de Muerte” de la minería a cielo abierto, las presas para dotar a las minas de agua, y contra los traslados forzosos de personas a ciudades rurales, y por “proyectos de vida,” en los que participan pueblos originarios, cooperativas, universidades públicas, organizaciones civiles, profesionistas; el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de Tlaxcala, Puebla y Morelos, frente al megaproyecto de gasoducto e hidroeléctricas en la región, frente al autoritarismo de los gobernadores Rafael Moreno Valle y Graco Ramírez Garrido que tienen intereses en el proyecto. 
  • El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, de las y los familiares de ejecutados y desaparecidos, que a partir de sus demandas, sus caravanas, su iniciativa de ley, su escucha y articulación de los agravios de los demás familiares, reclama justicia y visibiliza a nivel nacional el dolor causado por el modelo de guerra a la delincuencia y la gran ineficacia del sistema de procuración y administración de justicia. 
  • El Movimiento #YoSoy132 como digna rabia juvenil y estudiantil frente al monopolio de los medios de comunicación y su imposición de un presidente, postula una profunda democratización de los medios masivos de comunicación para la sociedad, para las instituciones de educación, para los pueblos originarios. 
  • El Frente Amplio de organizaciones sindicales, campesinas y ciudadanas, que se ha manifestado por una reforma democrática del estado mexicano y que se expresa en la movilización anual de fines de enero desde 2007 a la fecha, que con su propuesta de reformas ha intentado el diálogo con los gobiernos con pocos logros, pero que articula procesos y organizaciones. 
  • Las redes ciudadanas nacionales y estatales de organizaciones civiles: La Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio; la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos “Todos los Derechos para Todas y Todos;” las Redes de Economía Solidaria y de Consumo responsable y de derechos del consumidor; Convergencia de Organismos Civiles por la Democracia; Alianza Cívica, Serapaz; Incide Social; Fundar; Iniciativa Ciudadana; Equipo Pueblo; Redes de género, que han encabezado la lucha de las mujeres por una vida libre de violencia en todos los estados y por la despenalización del aborto y la libertad de decidir la preferencia sexual; la Red por los Derechos de la Infancia en México; La Red para la Incidencia Civil en Educación; el Colectivo por la Transparencia; la Red contra la trata de Personas; la formación de Policías comunitarias con mandato social, administración de justicia y rendición de cuentas; redes de cooperativas de ahorro, producción y consumo; asistencia social a grupos vulnerables con sentido de exigibilidad de derechos, etc., etc., son sin duda un acumulado histórico colectivo de la sociedad mexicana, que a modo de estructuras de soporte o de institucionabilidad social permiten continuidad e incidencia en muy diversas políticas públicas e impulsan la vigencia de todos los derechos. 
  • La reforma constitucional sobre Derechos Humanos que obliga al estado a incluir la referencia a la defensa y cumplimiento de todos los derechos humanos en toda la Constitución Política. 
  • La recién aprobada Ley que aprueba el Juicio de Acción Colectiva como forma de defensa que sirve de base para la movilización social legal frente a grandes agravios a personas y comunidades. 
  • La Consulta Ciudadana Nacional sobre las Reformas Energética y Fiscal que coordinó en 2013 Alianza Cívica y que mostró que más del 90% de las y los 750 mil participantes estaban en contra de la reforma energética y fiscal. 
  • La Asociación Mexicana por el Derecho a la Información (AMEDI), cientos de periodistas que informan y escuchan a la ciudadanía, la TV y la radio y televisión universitaria: TV y Radio UNAM y UAM, las Radios Comunitarias. 
  • Las docenas de experiencias de resistencia en todo el territorio frente a las presas, proyectos eólicos, minas a cielo abierto y otros megaproyectos: San Salvador Atenco, Temacapulín, La Parota, Tetela, Zimapán, Cerro de San Pedro, Paso de Reyna y las articulaciones nacionales e internacionales del MAPDER y de la REMA, con su iniciativa de ley sobre minas. 
  • El movimiento Agua para Todos y Todas que se articula en todo el país con la demanda del derecho humano al agua. 
  • La Huelga del Instituto Politécnico Nacional en contra de una reforma educativa que les quita su identidad y su posibilidad de ser parte de su propio proceso formativo. 
  • Cientos de iniciativas locales de formas asociativas como cooperativas de ahorro y crédito, de producción, de servicios; y cientos más de iniciativas de las que es imposible hacer un inventario. 


(Continuará el 5 de Enero)

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